La historia de las murallas de Lucca comenza con la fundación de la ciudad y continua hasta el siglo XVI con progresivas ampliaciones y consolidación.
La ciudad romana estaba rodeada de murallas, de forma regular que correspondían al trazado de la ciudad romana y se amplió varias veces como resultado del aumento de la población y de la evolución de las técnicas de la arquitectura militar y de las armas de fuego.
En el período comunal se construyeron nuevas murallas, completadas en el siglo XIII, que se expandieron en comparación con las murallas romanas en los lados este y norte para incluir la Iglesia de San Frediano. La calle principal de la ciudad romana, Via Fillungo, se convirtió entonces en la principal vía de la ciudad. En el siglo XIV se construyó una tercera extensión de las murallas del siglo XIII, definiendo un perímetro urbano casi correspondiente al actual.
La última intervención, que condujo a la configuración contemporánea de las Murallas, se reanudó en 1513. Las Murallas de Lucca se convirtieron en ese momento en un lugar de construcción de las teorías y experiencias más avanzadas en las disciplinas de la arquitectura militar donde trabajaron muchos expertos de toda Italia y del extranjero,
La construcción duró casi cien años y movilizó una gran cantidad de mano de obra y recursos. Pero el resultado fue genial.
Las puertas de acceso, 3 originalmente más dos construidas en tiempos más recientes, rompen la cortina como grandes arcos de triunfo. Los diez baluartes equipados con sótanos y la plataforma norte están dedicados a los Santos, excepto uno, dedicado a la Libertad, la aspiración del pueblo de Lucca y el motivo de la construcción de las Murallas.