El Cammino di Santa Giulia es un sugestivo viaje que se realiza a pie, saboreando el sabor de una aventura de 470 kilómetros en 25 etapas desde Livorno a Brescia, a través de la Toscana, Emilia y Lombardía.
Un itinerario histórico, espiritual y naturalista, desde el mar hasta la montaña y la llanura, que recuerda el recorrido que hicieron las reliquias de Santa Giulia desde la isla de Gorgona hasta Brescia por orden del rey lombardo Desiderio y su esposa Ansa en el año 762.
A lo largo de los caminos y senderos del Cammino di Santa Giulia encontrará antiguas iglesias,
iglesias románicas, evocadoras capillas e imponentes monasterios dedicados a la mártir, signo tangible de la secular devoción del pueblo a la santa.
El viaje comienza en la Toscana, en Livorno, a través de una tranquila y apacible campiña y pequeñas ciudades hasta llegar a los pueblos medievales de Monte Pisano.
Desde Buti comienza el descenso de las laderas de la montaña y se entra en la llanura de Lucca en un paisaje suave donde la historia y el arte se mezclan con la belleza de la naturaleza.
Bordeamos el río San Quirico, que desciende desde los manantiales de la montaña y atraviesa bosques, verdes praderas y bonitos puentecitos en la zona de las "Parole d'oro" (Palabras de oro), antes de continuar por el sendero que flanquea el Acquedotto del Nottolini, del siglo XIX, un monumento en el campo que llega hasta la ciudad de Lucca.
Al salir de Lucca comienza la ruta más exigente, que se dirige hacia la cresta de los Apeninos.
Inmerso en el verde del parque del río Serchio, se continúa por el carril bici Puccini hasta Ponte a Moriano. Una tranquila ruta llana conduce a la suntuosa Villa Reale di Marlia, inmersa en 19 hectáreas de parque con arroyos, estanques, arboledas, avenidas de camelias, jardines de limones y un teatro de verdor tallado en madera de boj.
En el paisaje de colinas, entre viñedos y olivares, se puede ver la pequeña iglesia de San Quirico in Petroio.
La subida es difícil, pero el panorama que se abre sobre toda la llanura de Lucca compensa el esfuerzo.
La última parte de este tramo lucchés sube hacia la meseta de Pizzorne,
un importante centro viario ya en la época romana y altomedieval, y se encuentra la pequeña iglesia de SS.Crocifisso, construida en 1662 para dar asistencia a los viajeros de paso. Todas las tardes, al atardecer, sonaba la pequeña campana para ayudar a los viajeros a orientarse mejor en la niebla y la oscuridad.
Continuando la marcha durante unos 2 kilómetros por una carretera ligeramente ascendente, se llega a la antigua iglesia parroquial de San Bartolomeo, antaño vinculada a un hospital para la acogida y hospitalidad de caminantes, comerciantes y peregrinos, que desde este puerto de montaña llegaban a Garfagnana, Val di Lima y Emilia a pie o a caballo.
El Cammino di Santa Giulia continúa hacia Val di Lima y Garfagnana y luego entra en Emilia a través de San Pellegrino in Alpe, uno de los pasos y pueblos más altos de los Apeninos, construido en la Edad Media sobre estas antiguas rutas de peregrinación.
