La iglesia de Santa Maria Forisportam, también conocida en Lucca como Santa Maria Bianca, se llama así porque originalmente se encontraba fuera de las murallas romanas, justo delante de la puerta oriental de la ciudad.
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DIRECCIÓN: Piazza Santa Maria Forisportam (o della Colonna Mozza), Lucca
La plaza es conocida por los lugareños como Piazza della colonna mozza debido a la presencia de una columna romana de granito, utilizada en la Edad Media como punto de llegada de los caballeros que participaban en el palio de la ciudad. A su alrededor se alzan imponentes palacios, antaño suntuosas residencias de las ricas y poderosas familias de comerciantes de la ciudad.
Un pergamino del año 768 atestigua la existencia de la iglesia de Santa Maria Forisportam ya en el siglo VIII, mucho antes de la construcción de las murallas medievales en el siglo XII, construidas para proteger la ciudad y cercar los nuevos pueblos que habían surgido fuera de las antiguas murallas.
La iglesia original fue reconstruida en estilo románico en el siglo XII y restaurada en el siglo XVI, con modificaciones que cambiaron su aspecto. El interior conserva la planta de tres naves, pero el tejado original de cerchas ha sido sustituido por bóvedas de crucería. La estructura se ha levantado con muros de ladrillo, claramente visibles en el exterior: destaca el contraste de los ladrillos con el blanco de las piedras medievales.
La gente de Lucca llama a la iglesia Santa Maria Bianca por la hermosa y austera fachada de piedra blanca de Santa Maria del Giudice, sencilla y perfecta con sus arcos sostenidos por medias columnas, los tres portales coronados por arquitrabes y lunetos decorados en estilo clásico, y las dos logias superpuestas en la parte superior de la fachada, desde las que majestuosos y orgullosos leones vigilan la plaza. Destaca la losa con la Virgen y el Niño entronizados en el luneto del portal izquierdo.
En el interior se encuentran otras obras de arte: en los altares hay dos lienzos de Giovan Francesco Barbieri, conocido como Guercino, Santa Lucía (1642) y Asunción entre los santos Francisco y Alejandro (1643), y otro de Alessandro Ardenti, La Trinidad con los santos Francisco y Jerónimo.
Una curiosidad interesante. En la iglesia hay un reloj de sol con cámara oscura, formado por una línea oblicua en el suelo delante del altar mayor y un agujero en la pared: cuando el rayo de luz que se filtra por el agujero se encuentra con la línea del suelo, significa que el sol ha alcanzado su máxima altura, indicando así el mediodía en Lucca (una placa indica 7 minutos y 55 segundos de retraso con respecto a la hora de Roma).