INDIRIZZO: Via Fillungo, Lucca
TELEFONO: 0583 48090
EMAIL: infotorriciviche@comune.lucca.it
SITO WEB: www.comune.lucca.it/torredelleore
Se recomienda reservar en días laborables, y es obligatorio hacerlo los fines de semana y los días festivos.
La Torre de las Horas, con 50 metros, es la más alta de la ciudad. Se encuentra en la céntrica Via Fillungo, en la esquina con Via dell'Arancio.
En la Edad Media, Lucca contaba con más de 130 torres, construidas por ricas familias de comerciantes junto a sus casas, como símbolo de poder e instrumento de defensa y control del territorio circundante.
Hoy sólo quedan dos: la Torre delle Ore y la Torre Guinigi. Los demás fueron "talados" o demolidos durante el siglo XVI, algunos incluso se derrumbaron debido a su excesiva altura. Las luchas de poder entre las familias también dictaban el desafío de la torre más alta: el honor y el prestigio a su rico patrón, que en consecuencia era más estimado y respetado. Sin embargo, a partir de cierta altura, la torre solía derrumbarse, para burla del propietario y gran satisfacción de las familias enemigas.
También se le llama Torre della Lite (Torre de la Lucha), porque fue disputada por dos familias históricas rivales, los Quartigiani y los Diversi, que se disputaron la propiedad durante años. En 1490, para poner fin a la disputa y debido a la importancia de la torre, cuyo reloj marcaba la hora de la ciudad, la República de Lucca la compró a los Diversi, que entretanto se habían convertido en sus únicos propietarios.
Subiendo los 207 peldaños de la escalera de madera se llega al campanario y allí, desde las grandes ventanas arqueadas, se puede admirar una espléndida vista desde lo alto: los austeros palacios y las estrechas calles, los tejados rojos y los campanarios de las iglesias, a lo lejos las colinas y las montañas que enmarcan la ciudad. Justo debajo, en el interior, se puede ver el reloj propiamente dicho, un mecanismo del siglo XVIII con engranajes perfectos que regulan el número de campanadas. Uno de los ejemplos más interesantes que sigue funcionando en Europa.
El primer reloj se colocó allí en 1390, realizado por un gran maestro orfebre de la época, Lambruccio Cerlotti: daba las horas con sólo el tañido de una campana. Un siglo después, se aplicó la esfera para que el paso del tiempo fuera visible, además de audible.
En 1752, el relojero ginebrino Louis Simon recibió el encargo de fabricar un mecanismo moderno, el que todavía podemos ver hoy. Dos años después, se instaló una nueva esfera, obra del relojero lucchés Sigismondo Caturegli, y tres nuevas campanas, fundidas por otro lucchés, Stefano Filippi.
El toque de las horas es "alla romana" (un día dividido en cuatro partes de seis horas) y lo hace la campana mayor, mientras que los cuartos los tocan las dos campanas menores. En la segunda mitad del siglo XVIII, la hora "a la romana" fue sustituida por la llamada "a la francesa", que es la que se utiliza hoy en día. El reloj de Lucca, sin embargo, sigue dando las seis horas: una campanada, dos, tres, cuatro, cinco, seis, y luego vuelve a empezar cuatro veces.
En el techo, una veleta de hierro con el lema Libertas y la fecha: 1754.