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Enviado por Ant el 6. July 2022
milagro de san paolino - lombardi

En la iglesia de San Paulino y Donato, del siglo XVI, un gran cuadro cuenta la historia del milagro de San Paulino.

En el año 1664, el día de las celebraciones de la patrona de Lucca, se dispararon cañones para las fiestas, pero ese día, los cañones no estaban cargados con balas de fogueo, como estaba previsto, ¡y apuntaron a la multitud! Sólo la intervención milagrosa del santo salvó a la multitud que se agolpaba bajo las murallas.

El cuadro, pintado en conmemoración por Giovanni Domenico Lombardi conocido como Omino en c. 1682/ 1751, representa bien la escena que tiene lugar en las nuevas murallas renacentistas, cuya estructura está reconstruida. San Paulino está arriba a la derecha rodeado de ángeles.
Debajo de él, en el patio de armas, el capitán de los bombarderos y su ayudante vigilan los cañones.

A la izquierda del cañón hay dos tamborileros y tres bombarderos, un abanderado y una lanza rota.

En el puente frente a la puerta de San Donato, diseñada por el arquitecto de Urbino Muzio Oddi entre 1628 y 1639 y terminada en 1667 con dos estatuas de San Paulino y San Donato colocadas a sus lados, una multitud de personas, así como en la plaza de la muralla, confirman que era un día festivo.

Otra pintura, atribuida a Pompeo Pinotti, colocada en la pared de la contrafachada, representa al santo tal y como se le suele representar en Lucca: con la ciudad de Lucca en sus manos, en este caso la ciudad romana claramente reconocible por sus murallas con torres.

La misma representación se encuentra en la puerta de San Donato y en el coro de la catedral, donde también se representa el milagro de 1664.

S. Paolino fue el primer obispo de Lucca y un mártir en el Monte Pisano, antaño conocido por la presencia de muchos ermitaños y religiosos.

El 15 de junio de 1261, el obispo de Lucca concedió indulgencias en memoria de tres mártires, sólo enumerados por su nombre: Paulino obispo y discípulo de San Pedro Apóstol, primer obispo de Lucca, Severo presbítero y Teobaldo soldado.
Los mártires nombrados en aquella ocasión cayeron en el olvido, pero no San Paulino, que se convirtió en el primer obispo evangelizador y patrón, a pesar del antiguo culto dado al obispo local San Frediano y del ya dado como patrón de la Iglesia de Lucca a San Martín, a quien se dedicó la catedral.
El culto a San Paulino se incrementó en los siglos siguientes; entre 1518 y 1519, se erigió una basílica más grande y rica al santo patrón, basada en un diseño de Baccio da Montelupo, donde se conserva el antiquísimo sarcófago con el epígrafe que describe el descubrimiento de las reliquias de San Paulino, San Severo y San Teobaldo.

Desde esta basílica se inician las celebraciones del patrón, que culminan con el Palio di san Paolino en la noche de la fiesta, precedido de cantos, música y juegos de banderas.

 

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