Un viaje en el tiempo en unos pocos cientos de metros a través de la Porta Elisa del siglo XIX, la Porta di San Gervasio e Protasio medieval hasta la entrada de la Via Santa Croce, donde se abrió una de las puertas de la ciudad romana.

La puerta Porta Elisa, abierta por la hermana de Napoleón a lo largo de la carretera de Florencia, es el acceso a Lucca del "siglo XIX".

A lo largo de esta especie de "telescopio" histórico hay algunos edificios de particular importancia. La Villa Bottini, construida por la familia Buonvisi en la segunda mitad del siglo XVI y rodeada por un jardín de estilo italiano con ninfas, ah un hermoso jardín donde se puede hacer una pausa en el fresco.

La Via del Fosso, que toma su nombre del "público conducido" construido a finales del siglo XIV a lo largo de las murallas medievales, es una de las calles más románticas y "pintorescas" de la ciudad.

Y finalmente la Iglesia de Santa María "Forisportam" rica en elementos decorativos de la época clásica, leones, capiteles, otras esculturas, reutilizadas en la fachada y en el interior.

En la plaza todavía se encuentra la columna que marcaba el inicio y el final de la carrera de caballos, en la época de la ciudad romana.

Si tienes ganas de descubrir, entra en la iglesia de Santa María Bianca. Encontrará, en el transepto izquierdo, un reloj de sol marcando la hora a lo largo de una pista en el suelo. En el atrio del cercano claustro (que ahora alberga una escuela primaria) una monumental magnolia grandiflora.