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Durante la Segunda Guerra Mundial sufrió graves daños, hasta el punto de que hubo que reconstruir el tejado. Recientemente, concretamente en 2007, se llevaron a cabo obras de consolidación y restauración que devolvieron al edificio su aspecto románico original.

La iglesia tiene una sola nave rectangular con un ábside ligeramente saliente. Los muros son de bloques cuadrados de piedra verrugosa procedente de las cercanas canteras de Guamo. La fachada tiene un frontón y un paramento cuadrado de sillería. En el centro de la fachada se encuentra el portal de entrada, con un vano rectangular enmarcado por dos pilastras rematadas por ménsulas curvilíneas y un arquitrabe cuspípedo, mientras que en la parte superior hay un vano en forma de cruz. El tejado presenta un pequeño hastial en forma de campana.

Itinera Romanica (itinerarios románicos)

Hoy en día, la iglesia es una parada importante en uno de los muchos itinerarios románicos que caracterizan la zona del Alto Tirreno entre Italia y Francia.
Itinerarios naturales, históricos y culturales que atraviesan pequeños pueblos de montaña y entornos rurales a lo largo de senderos y antiguas pistas, donde se pueden redescubrir y valorizar pequeños edificios religiosos como iglesias, basílicas, parroquias y capillas.