AS Lu, Biblioteca Manoscritti, n.107, c. 69,
Las Murallas Medievales
Desde su fundación, Lucca siempre ha estado defendida por murallas. Las construidas en época medieval están documentadas en las Crónicas de Giovanni Sercambi, que las representó en su libro con muchas "viñetas" que cuentan la historia de Lucca de 1100 a 1400.
Eran las murallas de una ciudad que tenía que defenderse de arcos, flechas y ballestas. Por estas razones, las Murallas Medievales eran altas, estrechas, almenadas y reforzadas por torreones y torres más imponentes, colocadas para defender las puertas a las que se accedía mediante un puente levadizo.
Cuando las Murallas dejaron de cumplir su función, en 1532 el Gobierno de Lucca decidió venderlas en subasta pública a ciudadanos particulares, que las utilizaron como viviendas.
Todavía hoy se conservan importantes vestigios de las Murallas medievales. Aún pueden verse en la puerta de San Gervasio, en la puerta Borghi, en un tramo de las Murallas y en una torreta de piedra que se injerta en las Murallas renacentistas al norte de la ciudad.