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Plaza Napoleon

La gran plaza dedicada a Napoleón ha sido la sede del poder señorial desde los tiempos de Castruccio Castracani (siglo XIV) y Paolo Guinigi (siglo XV).

Fue inaugurado en 1806 por Elisa Baciocchi, princesa de Lucca y hermana del emperador Napoleón. El ambicioso proyecto requería la demolición de muchos edificios preexistentes en la zona: viviendas, tiendas, almacenes, una torre, un archivo e incluso la Iglesia de San Pedro Mayor del siglo XVI. La intención, que tuvo un éxito perfecto, era dar protagonismo y visibilidad al Palacio de los Príncipes (hoy Palacio Ducal), centro de la vida pública y política de Lucca en el siglo XIX. En aquella época la plaza estaba enmarcada en tres lados por una elegante cortina de olmos, que más tarde fue sustituida por plátanos por María Luisa di Borbone, duquesa de Lucca de 1815 a 1824, que continuó la labor de transformación y embellecimiento de la ciudad iniciada por Elisa en el decenio anterior.

Todavía hoy la mirada austera y atenta de la duquesa abraza y vigila la plaza, dominada por la imponente estatua de ella con su hijo Carlo Lodovico, realizada por Lorenzo Bartolini en 1843.

Más allá de los árboles centenarios hay pequeñas tiendas, cafés, restaurantes, hoteles, edificios históricos, cruces y aperturas espectaculares hacia otras plazas. En el lado sur, la Piazza Napoleone se abre a la adyacente Piazza del Giglio, con el Teatro, un importante centro cultural de la ciudad, que acoge cada año una rica temporada de música, danza y teatro.

Al norte de la Via Beccheria se puede apreciar una espléndida vista del campanario de la iglesia de San Michele en la plaza del mismo nombre.

En el lado norte, a través de un pasaje arqueado, se entra en la Corte del Pesce, un pequeño y característico rincón de la ciudad que merece un desvío. En su interior se respira el encanto de los lugares ocultos, olvidados, pero ricos en historia y tradiciones por redescubrir. En los dos patios hay antiguas viviendas con característicos balcones romanos, vigas de madera y fachadas de casas del siglo XIV. Como su nombre lo recuerda, el patio era en el pasado (desde el siglo XVI) la zona del centro histórico donde se celebraba el animado y colorido mercado de pescado.

 

Todos los veranos se celebran los conciertos del Luca Summer Festival con estrellas italianas e internacionales y miles de espectadores de toda Italia y del extranjero.

En diciembre y hasta Befana, se puede hacer un recorrido por el tradicional mercado navideño para buscar regalos y, para deleite de niños y adolescentes, patinar sobre hielo o montar en un carrusel retro. Los puestos vuelven para las vacaciones de Pascua y en septiembre para el tradicional festival de Santa Cruz.